Estoy en el momento más intenso de la temporada. Los
entrenamientos ganan en calidad e intensidad para competir al más alto nivel. Es el momento de la verdad, donde el trabajo del invierno
debe aparecer. Hace dos semanas había participado en el Europeo de Handbike de
Barcelona, tenía ganas de hacerlo bien pero ni el resultado ni las sensaciones
fueron las esperadas. Después de todo el esfuerzo en los entrenos, donde logro
unos buenos tiempos, llego a la competición y no cumplo con las expectativas
marcadas. Necesito hacer una buena competición para plasmar el buen trabajo
realizado.
Elijo para sacarme la espinita el R&R Maratón de Madrid.
Circuito urbano a 600 mt de altitud, con un desnivel positivo importante y la
distancia mítica de 42,195 km, todo ideal a mis características. Me quedarán 3
semanas por delante para competir en la Copa de España en Murcia, Copa del
mundo en Italia y Campeonato de España en Ciudad Real.
La maratón para los handbikers comienza a las 8:50 h de
la mañana, debemos estar a las 8:15h en la salida de plaza de Cibeles. Llego
con un poco de retraso, para no variar.
Nos colocan en línea de salida y sin apenas calentar, comenzamos a
pedalear. Se arranca rápido y veo como me pasan por todos los lados. Intento
seguir la rueda de los que a priori serán los principales rivales, y lo consigo
pero el dolor de brazos es intenso, todavía no he entrado en calor.
Formamos un grupo de tres y rápidamente marcamos
distancias. Se relevan entre ellos pero yo no estoy para florituras ya que el
dolor de brazos es molesto. Pasan 5-6
minutos y me siento mejor así que decido tomar la cabeza. Observo el pulso y
decido subir un punto. Estamos en el Paseo de la Castellana y el terreno no
deja de ascender, un 2-3% constante. Observo por el retrovisor como les cuesta
seguir la rueda a mis compañeros y decido subir otro punto. Abro una brecha de 30
metros.
Observo que uno de los compañeros da un fuerte tirón
para llegar a mi altura y soltar a su rival, lo consigue y es capaz de tocar mi
defensa trasera. Es en eso momento cuando decido cambiar de ritmo. Sé que acaba
de hacer un esfuerzo y su reacción será más costosa así que imprimo intensidad
y observo como mi táctica funciona. Es el km 7 y llego en solitario a Plaza de
Castilla, termino la subida de la Castellana en primer lugar.
Desde este momento no bajo la intensidad, no dejo caer
el pulso a menos 170 y muevo bastantes vatios.
Necesitaba mejorar mis sensaciones de Barcelona, necesitaba saber que me estaba
esforzando y luchando. Las motos circulan 20 metros por delante y marcan a la
perfección la trazada de las curvas. En los repechos mantengo la intensidad y
en las pequeñas bajadas recupero. Observo por el retrovisor una moto y pienso que los
rivales se aproximan. Subo el ritmo para cruzar la media maratón en 43 minutos.
Entro en la Casa de Campo y comienza un tramo adoquinado donde pienso que voy a reventar la handbike. Disminuyo la velocidad considerablemente. Aparecen repechos de hasta el 7% de desnivel e intento mantener la potencia, sé que es donde puedo ampliar las diferencias.
Entro en la Casa de Campo y comienza un tramo adoquinado donde pienso que voy a reventar la handbike. Disminuyo la velocidad considerablemente. Aparecen repechos de hasta el 7% de desnivel e intento mantener la potencia, sé que es donde puedo ampliar las diferencias.
Sigo observando por el retrovisor a la moto y pienso que
siguen allí los rivales, no puedo relajarme.
Los kilómetros pasan lentos, del 35 al 38 se hacen eternos y noto una punzada en la muñeca.
Temo que la tendinitis que me acompaña toda la temporada reaparezca.
Regresamos al paseo de la Castellana, pienso que entraré
en el Retiro por la puerta de Alcalá pero nos hacen subir hacía Colón para
seguir callejeando. ¿Cuándo acaba esto?-
pienso agotado. Observo a lo lejos el retiro y veo en el cuentakilómetros que
voy por el km 41. ¡Ya estamos, el último esfuerzo! – pienso animado.
Temo la entrada en del Parque del Retiro, recuerdo que en la carrera
Ponle Freno de hace unos años no estaba muy preparada. Dos tablas hacen de
improvisada rampa. Disminuyo la velocidad y supero la dificultad sin problemas.
De repente, observo un resalte en la carretera del Retiro, su tamaño es considerable pero no me da
tiempo a frenar y la handbike salta por los aires, intento continuar pero no
puedo, algo me frena. Observo que la cadera izquierda está a la altura de mis
manos, me ha saltado el pie izquierdo arrancando los velcros que hacen de tope.
Temo lo peor pero estoy a 600 mt de meta. ¡No puede ser! –pienso nervioso. Solicito
ayuda al público. ¡Por favor ponedme el pie en su sitio!- grito con
desesperación. Me cogen el pie pero no saben que hacer ni donde ponerlo. ¡Allí,
allí!- indico, pero no atinan con el sitio.
Lo sitúan y arranco. ¡Le pasa algo a la handbike,
continúa frenada!- me desespero. Observo el pie derecho y veo con tristeza que también
ha saltado. Vuelvo a solicitar ayuda y esta vez lo colocan más rápido. Arranco
y parece que todo está en orden.
Veo los arcos de meta y observo que no viene nadie por
detrás. Levanto las manos en señal de victoria.
Ganar la maratón de Madrid es
un sueño, una prueba con peso, quizás la carrera más importante que he ganado
nunca. El tiempo oficial es de 1:30:31 h, a casi 29 km/h.
No hay mucho público, llegamos muy pronto pero la
satisfacción y la emoción es enorme. Observo tras la meta a Merce, dispara su cámara
entre saltos de alegría. Esta victoria va para ella, por todo su apoyo y cariño,
sin ella, hoy no hubiera estado aquí. Gracias “mare”
En el podio, acompañado de Vicente y Gustavo.
Con los amigos que han hecho posible que las handbikes
corran en la maratón de Madrid, gracias Fundación Deporte y Desafío.
Tras la ducha, mis peores augurios se hacen realidad. Los
agujeros que tenía en las zapatillas tras el salto de los pies han llegado a la
piel y tengo abrasiones en el pie derecho, además el tobillo está hinchado y
amoratado, he sufrido un esguince y espero no tener nada roto. Mis planes de ir
a Murcia se trastocan y decido regresar a casa para hacer una radiografía del
tobillo. Además el dolor de la muñeca derecha es intenso, la inflamación es considerable,
sin duda la tendinitis ha vuelto en el momento más importante de la temporada.
Aquí comienza una semana horrible que en otro momento os contaré. Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario